Día Mundial del Sida 2024
El Día Mundial del Sida se celebra cada 1 de diciembre con el objetivo principal de poner fin al VIH/Sida. A medida que las necesidades han evolucionado y se ha avanzado en la desestigmatización y tratamiento de la enfermedad, sus objetivos específicos han ido cambiando.
Brevemente, el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) ataca y destruye los linfocitos T CD4 que combaten infecciones, los cuales son fundamentales para una eficiente respuesta inmune. De esta manera, el VIH deja a las personas infectadas con un sistema inmunológico debilitado siendo vulnerables a infecciones oportunistas, como la tuberculosis, así como a tumores. Si no se trata, el VIH destruye gradualmente el sistema inmunológico y puede llevar al desarrollo del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (Sida), y reducir significativamente la esperanza de vida de una persona.
El miedo y estigmatización en torno a la enfermedad del Sida tuvieron su punto más alto en la década de los 1980. En 1987, se desarrollaron medicamentos antirretrovirales como opciones de tratamiento del VIH. Específicamente, la zidovudina mostró una reducción en la carga viral y prolongó la supervivencia de las personas infectadas.
En 1996, a medida que la investigación sobre terapias farmacológicas recibió más financiación y prioridad, se desarrolló la highly active antiretroviral therapy (HAART). La HAART permitió suprimir la carga viral hasta niveles indetectables (indetectable = intransmisible), incrementando la esperanza de vida de una persona con VIH en 15 años.
Hoy en día, existen más de 30 regímenes de tratamientos disponibles que se utilizan en varias etapas del ciclo de replicación del VIH. La amplia disponibilidad de estos medicamentos es esencial para eliminar el VIH como una amenaza para la salud mundial.
El lema del Día Mundial del Sida de este año “Emprendamos la senda de los derechos: Mi salud, mi derecho”, establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), pone de relieve las discusiones sobre los derechos humanos en la atención sanitaria. Esto implica defender el derecho a la salud subsanando las desigualdades existentes, como las disparidades en el progreso logrado en el norte global en comparación con el sur global.
Erradicar la amenaza del VIH/Sida para la salud
Según la OMS, en 2023 había 39,9 millones de personas infectadas con VIH en todo el mundo, de las cuales 1.5 millones tenían menos de 15 años. En 2020, esta cifra era de aproximadamente 37 millones. Notablemente, en 2023 se registraron menos casos nuevos de VIH en comparación con cualquier otro año desde la década de 1980, como se destaca en el Informe Global sobre el Sida 2024 publicado por el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA).
No obstante, a pesar de los objetivos de erradicar el VIH como amenaza para la salud pública para 2030 y de garantizar una vida sana y de calidad para las personas que viven con el VIH/Sida (people living with HIV/AIDS,PLWHA), el informe de ONUSIDA indica que actualmente estamos lejos de lograr estos objetivos. En este sentido, es poco probable que alcancemos el hito 95-95-95: diagnosticar al 95% de las PLWHA, iniciar el tratamiento al 95% de los pacientes diagnosticados con VIH, y alcanzar la supresión viral en el 95% de los pacientes tratados para 2025.
El informe destaca que los mayores avances se han logrado en los países en los que ha habido inversiones y cambios legislativos. Los países que invierten menos en el tratamiento y prevención del VIH están experimentando las mayores tasas de mortalidad y una continua discriminación hacia las PLWHA.
Se han identificado cuatro motivos principales para la disminución relativamente lenta de las nuevas infecciones por VIH en todo el mundo:
- la falta de inversión
- el estigma
- la desigualdad de género
- la inaccesibilidad a las tecnologías de prevención
La investigación es clave para comprender las razones de estas disparidades, y para ayudar a lograr el compromiso de erradicar el VIH de manera definitiva. La inversión en la investigación sobre la prevención del VIH/Sida y las actitudes hacia las PLWHA son fundamentales para lograr “una respuesta resiliente y duradera al VIH que alcance y mantenga el control de la enfermedad”, como se señala en el Informe Global sobre el Sida 2024.
Invertir en y promover la investigación que ayude a educar, prevenir y abogar por los derechos de las PLWHA contribuirá a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible 3 (salud y bienestar), 5 (igualdad de género) y 10 (reducción de las desigualdades).
La igualdad de género es especialmente relevante en este caso, tal y como demuestran los estudios donde las adolescentes y las mujeres jóvenes están desproporcionadamente afectadas. Las adolescentes y mujeres jóvenes representaron el 25% de las nuevas infecciones en África subsahariana, a pesar de constituir solo el 10% de la población en 2020.
Así, para conmemorar el Día Mundial del Sida de este año, analizamos estudios científicos que están ayudando a avanzar en la lucha para eliminar el VIH como una amenaza para la salud pública, las actitudes sociales hacia el Sida, así como la importancia de la acción preventiva.
Identificar a las personas que viven con VIH/Sida como un grupo vulnerable
El derecho internacional humanitario (DIH) está orientado a proteger todos nuestros derechos humanos, con especial protección para los grupos vulnerables dentro de dicha legislación. Un artículo de Michelle Brotherton en la revista TropicalMed sostiene que las PLWHA deberían ser consideradas un grupo legalmente vulnerable debido al simple hecho de tener VIH/Sida. Por lo tanto, deberían gozar de un estatus de protección adicional en la documentación de los derechos humanos.
Los grupos considerados vulnerables en el DIH incluyen, entre otros, a las personas de la tercera edad, así como a aquellos que se han desplazado internamente. Brotherton argumenta que las PLWHA podrían estar en una mejor posición para acceder a tratamiento, cuidado y apoyo si se las clasificara como un grupo vulnerable. En consonancia con el tema del Día Mundial del Sida de este año, Brotherton sostiene que clasificar a las PLWHA como un grupo vulnerable podría “priorizar sus derechos a la salud y promover su acceso a la atención sanitaria y a los servicios”, los cuales a menudo les son denegados, debido en parte al estigma y a la discriminación.
La discriminación en la salud es un tema de gran importancia que Brotherton argumenta en más detalle. Las PLWHA se enfrentan a diversos tipos de discriminación, como al solicitar permisos de residencia o al querer acceder a atención médica asequible. Esto va en contra de las cláusulas de no discriminación en el contexto del DIH; identificar explícitamente el estado de VIH como una forma de vulnerabilidad podría ayudar a contrarrestar la posibilidad de discriminación de este tipo en el futuro.
Todas las personas tienen derecho a todas las libertades y derechos establecidos en esta Declaración, sin distinción de ningún tipo (raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política u otras opiniones, origen nacional o social, propiedad, nacimiento o cualquier otro estatus. – Cláusula de no discriminación del Artículo 2 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
En su artículo, Brotherton explora varios estudios de casos, principalmente Kiyutin v. Rusia, para demostrar que las PLWHA pueden ser y han sido reconocidas como un grupo vulnerable. Su reconocimiento como grupo vulnerable alentaría a los países a considerar obligaciones que incluyan:
medidas especiales para garantizar que los derechos de las PLWHA no sean violados y que sus derechos socioeconómicos, como la atención médica, sean garantizados y priorizados.
¿Puede la intervención temprana abrir la puerta a una cura para el VIH?
Un artículo publicado en la revista Viruses explora si la terapia antirretroviral (TAR) en las primeras etapas de infección por VIH puede utilizarse junto con otros tratamientos para curar funcionalmente el VIH. Los autores señalan que iniciar la TAR en las etapas tempranas de la infección:
limita el desarrollo del reservorio de VIH, preserva la función inmunológica, mejora la calidad de vida y, lo más importante, puede llevar a la remisión viral sin necesidad de TAR en algunas personas que viven con el VIH.
Es importante recalcar que, aunque en una pequeña fracción de las PLWHA esto puede llevar a la remisión sin TAR, para la mayoría de las PLWHA esto no es suficiente.
Como mencionan los autores, el VIH se consideraba incurable hasta 2008. Ese año Timothy Ray Brown logró curarse del VIH después de recibir dos trasplantes alogénicos de células madre hematopoyéticas para tratar su leucemia mieloide aguda. Hallazgos similares se han reportado en otros pacientes que han mostrado remisión de la infección por VIH, lo que podría demostrar que este es un enfoque válido para curar el VIH en ciertos contextos.
Estrategias para la cura del VIH
Uno de los problemas clave para curar el VIH es que las células infectadas por VIH que albergan el provirus (ADN del VIH integrado en el genoma de la célula) pueden sobrevivir. Estas células actuan como reservorios latentes que requieren tratamiento continuado con TAR.
Block and Lock
La estrategia “Block and Lock“, introducida en 2017, utiliza latency-promoting agents (LPAs) para forzar al provirus del VIH a un estado profundo de latencia. Los fenotipos de “block” de los LPAs inhiben la transcripción del VIH y los fenotipos de “lock” de los LPAs inducen los reservorios latentes profundos que se vuelven resistentes a la activación.
De esta manera, se ayudaría a controlar la recurrencia viral y a reducir los reservorios latentes del VIH. Los LPAs por sí solos podrían utilizarse potencialmente para forzar una latencia profunda e irreversible, eliminando la reactivación de los provirus sin necesidad de TAR en las etapas posteriores del tratamiento. Sin embargo, los autores destacan que:
los LPAs aún no han sido evaluados exhaustivamente por su eficacia como estrategias de intervención temprana.
Shock and Kill
Descrita en 2004, la estrategia de “Shock and Kill” tiene como objetivo erradicar el VIH mediante la reactivación de los reservorios latentes y eliminando posteriormente las células infectadas reactivadas.
Esta técnica consta de un proceso en dos etapas. La primera de las etapas “despierta” los reservorios virales de la latencia (shock) utilizando latency reversal agents (LRAs). La segunda, se centra en eliminar las células que muestran el virus recién activado (kill), aprovechando el sistema inmunológico del paciente o promoviendo la apoptosis (muerte celular) mediante intervención terapéutica. Se considera que esta técnica también es más eficaz en las primeras etapas de la infección por VIH. Sin embargo, debido a los sistemas inmunológicos debilitados de las PLWHA, la fase de “kill” podría no ser tan efectiva, y podría no haber un “shock” suficiente de los reservorios latentes.
Puedes leer más sobre los diversos tratamientos propuestos para la intervención temprana en el VIH aquí.
El estigma en torno al VIH/Sida puede disuadir a las PLWHA de buscar tratamiento en las etapas tempranas de la infección. Por este motivo, es muy importante que las estrategias de intervención temprana se acompañen de una mayor concienciación sobre el VIH y de acciones parar fomentar su desestigmatización.
Estudio sobre el estigma hacia el VIH/Sida en una comunidad indígena etíope
Un artículo publicado en la revista IJERPH investiga las actitudes hacia las personas con VIH/Sida dentro de la Awi Equestrian Association (AEA). La AEA fue establecida en la década de 1940 para asistir a las personas de la Zona de Awi, ubicada en el noroeste de Etiopía. Las actividades de la organización incluyen la atención comunitaria y actividades de construcción— principalmente mediante la organización de eventos sociales (funerales, matrimonios y caridad)—, y la supervisión de la gestión de tierras y conflictos. Actualmente, se están dedicando esfuerzos para registrar sus festivales públicos como actividades del patrimonio cultural mundial de la UNESCO.
Los autores eligieron trabajar con la AEA porque “tiene una gran influencia en la vida del pueblo Awi”. Los investigadores buscaron determinar el conocimiento relacionado con el Sida y los niveles de estigma, identificando áreas donde las intervenciones dirigidas a desestigmatizar y educar en colaboración con la comunidad pueden ser más beneficiosas.
Mediante un cuestionario, recopilaron datos sobre características sociodemográficas, conocimiento y actitud relacionada con el Sida, el estigma relacionado con el VIH/Sida y prácticas discriminatorias, así como posibles estrategias de prevención del estigma. De las más de 800 personas entrevistadas, el 67,4% de los participantes tenían actitudes moderadamente a altamente discriminatorias. Además, un 74,9% de las personas reportaron prácticas que estigmatizan a los pacientes con VIH/Sida. El estudio también determinó que las niñas adolescentes que están desplazadas o son refugiadas tienen factores de riesgo más elevados para contraer el VIH, siendo el desplazamiento interno un factor de riesgo para el VIH.
Los autores destacan que:
estos hallazgos en miembros de una asociación con una gran influencia social, y en una región donde la incidencia del VIH sigue siendo alta, son alarmantes, lo que hace que la reducción del estigma, con un enfoque en la AEA, sea crucial en la lucha contra el VIH/Sida en la Zona de Awi, Etiopía.
En el futuro, los datos recopilados en su estudio serán utilizados para desarrollar estrategias de intervención, centrándose en la educación en salud y para desestigmatizar las actitudes hacia las PLWHA.
Un mayor conocimiento sobre el virus y su transmisibilidad, y acabar con la estigmatización son esenciales para poder construir las estructuras comunitarias necesarias para abordar el VIH/Sida.
Prevención
Un conocimiento adecuado y el acceso a métodos de prevención son clave para eliminar el VIH. Los anticonceptivos—específicamente su mayor asequibilidad y disponibilidad—son la forma más efectiva de prevención. Una inversión adecuada y más divulgación de los métodos de prevención son cruciales para alcanzar el objetivo de eliminar el VIH/Sida como una amenaza para la salud pública a nivel mundial.
El VIH se transmite principalmente a través de relaciones sexuales sin protección, transfusiones de sangre contaminada, agujas hipodérmicas, y de madre infectada a hijo. La OMS recomienda el uso de una combinación de medidas preventivas para ayudar a frenar la propagación de este virus:
- el uso de preservativos masculinos o femeninos durante las relaciones sexuales
- la realización de pruebas de VIH y de otras infecciones de transmisión sexual
- la circuncisión quirúrgica masculina voluntaria.
- el uso de los servicios de reducción de daños para los consumidores de drogas inyectable
- en el caso de las personas seronegativas, tomar profilaxis antes de la exposición al VIH (PrEP) para prevenir su transmisión
Progreso en la prevención
Recientemente, el cabotegravir inyectable de acción prolongada ha abierto nuevas posibilidades para la prevención del VIH como una forma de PrEP (profilaxis preexposición). La PrEP se refiere al uso de fármacos antirretrovirales, bajo prescripción médica especializada, por personas que son VIH-negativas para prevenir la infección por VIH. La PrEP está especialmente indicada para personas con elevado riesgo de exposición al virus. Este fármaco también es de gran importancia en áreas donde el VIH es endémico y la probabilidad de infección es alta.
Otro fármaco como el Lenacapavir se ha desarrollado de manera prometedora como una forma de PrEP siendo capaz de eliminar nuevas infecciones por VIH a través del sexo. En un ensayo clínico reciente con 3,200 participantes (PURPOSE 2), el Lenacapavir demostró tener una eficacia del 96% en la prevención de la infección por VIH. Los participantes de este estudio eran de distintos países, incluidos Argentina, Estados Unidos y Brasil. El potencial de no detectar nuevas infecciones por VIH a través del sexo es revolucionario en el contexto de la prevención del VIH/Sida. Hallazgos como este podrían ayudar a alcanzar el ambicioso objetivo de eliminar el VIH/Sida para 2030.
El Día Mundial del Sida 2024 pone uno de sus focos principales en la prevención como medida empoderadora y de protección.
Empoderar a las personas dándoles acceso a herramientas de prevención del VIH, formación y servicios contribuye a proteger su salud y sus derechos. La igualdad de acceso a la prevención es crucial para evitar nuevas infecciones.
Conclusión
Como hemos comentado, en 2023 hubo menos personas diagnosticadas con VIH que en cualquier otro momento desde finales de la década de 1980. Notablemente, las regiones con mayor presencia del VIH fueron la que reportaron las mayores disminuciones. Esto se debe principalmente al progreso logrado en la región del África subsahariana, donde el VIH es endémico.
Para continuar esta tendencia, se requiere de la cooperación entre gobiernos, agencias, científicos e investigadores en general. Es esencial crear una mayor conciencia sobre las opciones disponibles para las PLWHA para otorgarles poder sobre sus derechos en la atención sanitaria.
Puedes leer más sobre los recientes avances en el estudio del VIH en esta entrevista a expertos y en numerosas revistas de MDPI. Estos son algunos ejemplos de artículos seleccionados publicados en Special Issues para conmemorar el Día Mundial del Sida:
- IJMS: Identifying the HIV-Resistance-Related Factors and Regulatory Network via Multi-Omics Analyses
- Microorganisms: Gut Microbiome Alteration in HIV/AIDS and the Role of Antiretroviral Therapy—A Scoping Review
- IJERPH: Socioeconomic Status and the Sense of Coherence among Japanese People Living with HIV
El artículo original fue escrito por Shaheena Patel, Communications Associate.